Los nombres tailandeses

En viajes a Tailandia, hoy os queremos contar las peculiaridades de los nombres tailandeses y sus apellidos. A medio camino entre la tradición y la modernidad, estamos seguros de que los nombres, los apellidos y, sobre todo, los apodos que se utilizan en el ámbito familiar de Tailandia, se encuentran entre los más originales que hayáis oído nunca.

Los apellidos tailandeses

Los tailandeses utilizan los nombres y apellidos a la manera occidental desde 1913. La ley que estableció la obligatoriedad del apellido familiar fue creada por el rey Vajiravudh (Rama VI), educado en el Royal Military College de Sandhurst, en Inglaterra, y fue una de las tantas que promulgó el monarca, de acuerdo con su intención de modernizar el país. Anteriormente a esa época, no existían los apellidos como tal y las personas comunes se designaban por sus apodos o simplemente por su nombre. Por aquel entonces, solo los miembros de la nobleza se reconocían por apelativos similares a los apellidos actuales.

Los apellidos tailandeses suelen ser muy largos, como vemos por los siguientes ejemplos: Suwanwimolkul, Choochaimangkhala, Suphamongkhon, Vajiralongkorn. En muchas ocasiones, la excesiva longitud de estos apellidos se debe a su origen sánscrito, ya que provienen de la época del Reino de Ayutthaya, cuando el territorio tailandés estaba bajo la influencia del imperio Jemer. En otros casos, la extensión de apellidos como Luevisadpaibul o Vijitvongthong se debe al origen chino de sus portadores, que solían añadir palabras chinas como “Archa”, “Lim” o “Sae”, a los apellidos tailandeses, para recordar su lugar de procedencia. Este es el caso de los apellidos Silpa-Archa, Limthongku o Saechio, entre otros. Para evitar la creación de apellidos demasiado extensos, el rey Ananda Mahidol (Rama VIII) promulgó una ley en 1938, prohibiendo que sobrepasaran las diez letras. Ananda Mahidol también estableció que cada apellido debía ser único a cada familia, para que de este modo se evitaran las duplicaciones. Sin embargo, debido a que esta ley es anterior a la aparición de la tecnología informática, a veces ocurre que distintas familias tailandesas comparten el mismo apellido. Para crear nuevos apellidos, algunas personas optan por añadir al final, a modo de sufijo, la zona de donde son originarios. Esto es práctica común entre los nobles que también añaden a su apellido la partícula “na”, que significa “procedencia” y es equiparable al “de” español, en nombres como Miguel de Molina, o Miguel de Cervantes. Al añadir esta partícula, la persona nos está indicando que está relacionada o es descendiente de la nobleza de la zona. Por ejemplo, el apellido “Na Chiangmai” relaciona a su portador con los antiguos reyes de la ciudad de Chiang Mai. En esta línea, un apellido de rancio abolengo en Tailandia es “Na Ayutthaya”, que relaciona a sus portadores con la esencia histórica del Reino del Siam, origen del actual Reino de Tailandia. También es muy frecuente que los nobles utilicen como apellido el nombre de un antecesor. Por ejemplo, Chulachak Chakrabongse (Hugo Chakrabongse), el músico de origen tailandés, es nieto del príncipe Chakrabongse Bhuvanat y, por tanto, miembro de la dinastía Chakri, la monarquía reinante en Tailandia desde la era de Rattanakosin (1782).

Los tailandeses pueden cambiar de apellido, si así lo desean, pero para ello han de tener el consentimiento del cabeza de familia, del padre o de la madre. En el caso de los hijos del matrimonio, estos suelen portar el apellido paterno. Por su parte, hoy en día, las mujeres cuando se casan pueden elegir entre su apellido, el de su marido, o bien ambos. Algo que nos indica el cambio de mentalidad que está teniendo lugar en la sociedad tailandesa, ya que, antiguamente, las mujeres asumían obligatoriamente el apellido del marido cuando contraían matrimonio.

La variedad de los nombres tailandeses

Los nombres tailandeses son increíblemente variados y, por lo general, suelen representar atributos positivos. Como ocurría con los apellidos, también es muy habitual que los tailandeses cambien a menudo de nombre. En muchas ocasiones, las razones del cambio se deben a cuestiones de carácter esotérico. Por ejemplo, si un adivino le comenta a un tailandés que cierta letra de su nombre no le es propicia, es fácil que la persona cambie su nombre para no tener mala suerte. En la onomástica tailandesa también tiene un gran peso la religión, ya que es muy común consultar a un monje budista a la hora de elegir el nombre para un recién nacido.

Como pasaba con los apellidos, los nombres tradicionales también suelen ser largos, especialmente los de la nobleza y, especialmente, los de la monarquía, cuyos miembros suelen adoptar nombres reales, disponer de títulos y/o añadir apellidos honoríficos, i.e.  Phra Bat Somdet Phra Chao Yu Hua Phumiphon Adunyadet Maha Rat, que es el nombre real de su majestad el Rey Bhumibol Adulyadej el Grandioso. No obstante, no todo el mundo puede portar los nombres de grandes personajes como Buda, un rey o una reina, porque pueden ser negativos, ya que la persona común no puede soportar la carga de fuerza y poder que conlleva el nombre. Los nombres tradicionales como Sasithorn (una palabra poética para luna), Somboon (mérito, valor), Mongkut  (corona), Kamonchat (corazón tranquilo) o Chonthicha (nacido cerca del mar), solían ser largos, porque provenían del pali o del sánscrito. Sin embargo, los nombres de última generación suelen ser más cortos y relacionarse con elementos de la naturaleza: Pha-kram (cielo azul) o Jaisai (corazón de cristal).

Los apodos tailandeses

Quizás, la parte más creativa de los nombres tailandeses sea la creación de nombres informales, o apodos, que los tailandeses utilizan sobre todo en el ámbito familiar. Casi todo el mundo tiene uno por el cual se le conoce desde que nace. La costumbre viene de antiguo, desde la era del Reino de Sukhothai (XIII), cuando se instauró la norma de llamar a los hijos por el número de su orden de nacimiento: “Ai” (Uno), “Yee” (segundo), “Sam” (tres), etc. En épocas posteriores como la de Ayutthaya y la de Rattanakosin, se generalizó la costumbre de llamar a los niños por sus características físicas, como “Daeng” (rojo) or “Uan” (gordo), o atributos deseables, como “Thong” (dorado).

El uso de apodos en Tailandia tiene su origen, como pasaba con los cambios de nombre o apellido, en la tradición. Los antiguos creían que los espíritus malignos andaban a la caza de los niños recién nacidos y los apodos cumplían la función de despistarlos, para que no se llevaran a los niños al mundo de las sombras. A pesar de que hoy en día, no hay mucha gente que se lo crea, la costumbre ha permanecido. Al contrario que los nombres tradicionales, que suelen ser largos, normalmente los apodos tienen una o dos sílabas y son, por ello, más cómodos de utilizar. Los nombres tailandeses familiares pueden ser contracciones de los nombres tailandeses formales. Aún así, los tailandeses buscan inspiración en todo tipo de cosas a la hora de crearlos. Es muy común que los apodos hagan referencia a alguna característica concreta del individuo, como el color de piel al nacer: “Dam” (negra) o su tamaño: “Nit” (pequeño). La cuestión es que el apodo permanece, incluso cuando la característica física, o el atributo, han desaparecido. Otra categoría muy habitual son los nombres de animales o sus sonidos. Por ejemplo “Kai” (pollo), “Kob” (rana), “Kung” (gamba), “Maew” (gato), “Takkataen” (saltamontes), o “Aud” (el sonido del cerdo). Los apodos se usan para ambos géneros, pero hay preferencias. Por ejemplo, los animales bonitos o graciosos como “Nok” (pajarito) o “Noo” (ratoncito) y la comida como “Oy” (caña de azucar) o “Som” (naranja), suelen ser femeninos. También los que implican delicadeza como “Tukta” (muñeca), “Fon” (lluvia), “Dao” (estrella), “Nam” (agua). Sin embargo, los que significan valor y fuerza, suelen ser masculinos: “Ek” (importante), “Kla” (bravo), “Wat” (deber religioso), “Yut” (estrategia). El género también explica por qué las mujeres suelen usar el apodo en el trabajo, mientras que los hombres, no.

Un problema cultural
Desde el punto de vista del Ministerio de Cultura Tailandés, la creación de apodos ha puesto de manifiesto el creciente problema cultural de la influencia americana y anglosajona en Tailandia. La rápida urbanización del país y la globalización han hecho que los tailandeses se empapen de la cultura de Hollywood, las cadenas de comida rápida y la liga inglesa de fútbol. De ahí que en Tailandia nombres informales de origen anglosajón como “Jack” estén entre los más habituales, pero también otros más inusuales como letras del alfabeto: “A”, “B”; actividades de ocio: “Art” (arte), “Golf” (el deporte); apodos del ámbito tecnológico como Laser (láser), Bank (banco), Ford (la marca de coche); o comidas o bebidas: “Apple” (manzana) o “Beer” (cerveza), “Mint” (menta). Sin ir más lejos, uno de los apodos más habituales en el país es Ball (bola), porque así se conoce a uno de los jugadores de tenis más famosos de Tailandia: Paradorn Srichaphan.

Según recientes estudios, el cincuenta y seis por ciento de los estudiantes de primaria de Tailandia ya portan nombres de origen foráneo. Para intentar revertir esta tendencia, el Ministerio de Cultura Tailandés ha recopilado miles de nombres de origen tailandés, actualmente en desuso, en un folleto que piensan repartir por todo el país. De esta manera, se intenta preservar los nombres tradicionales, como se hace con la forma de vestir o la gastronomía, en cuanto expresión de la cultura tailandesa. Pretenden que la gente comience a usarlos de nuevo, pero no quieren imponer nada a nadie, solo dar opciones. Son conscientes de que muchos tailandeses prefieren los nombres extranjeros, porque les resultan más modernos, ya que los ven en las películas y las revistas. También, porque los turistas los pronuncian más fácilmente, ya que no son nombres tonales, y eso les facilita enormemente el trabajo.

Como habréis comprobado, la cuestión de los nombres tailandeses es “todo un mundo” en el que se entremezclan las creencias, la tradición y la modernidad. Sin lugar a dudas, los apodos tailandeses son una prueba más de la creatividad que caracteriza al “país de la sonrisa”. Si venís a Tailandia, no dejéis de preguntar por los significados de los apodos de aquellos que os rodean, ya que quedaréis gratamente sorprendidos.

Esperamos que os haya gustado este artículo y, si es así, por favor, no dejéis de compartirlo en las redes sociales.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Magic Natura

Sir Lanka

Ofertas de Viaje Forementera