La Casa Negra, arte y arquitectura en Chiang Rai
En viajes a Tailandia, somos conscientes de que La Casa Negra deja a casi todos aquellos que la visitan con una sensación de desconcierto. Por dicha razón, en este artículo os queremos ofrecer algunos datos que os permitirán interpretar esta enigmática obra del famoso arquitecto Thawan Duchanee, para que no os perdáis ni un solo detalle.
La obra de Thawan Duchanee se caracteriza por ser controvertida. Durante los años setenta, su interpretación artística del budismo le valió numerosas críticas en Tailandia y muchas de sus obras sufrieron actos vandálicos. Fue el ministro de cultura de esa época, M.R. Kukrit Pramoj, quien se dio cuenta del enorme potencial de Duchanee y destacó su enorme capacidad para asimilar y re-interpretar el pasado histórico-artístico tailandés a través de las nuevas corrientes artísticas internacionales. El apoyo institucional y el buen hacer del artista, quien supo encarar las críticas como parte de un proceso, trajeron la calma y situaron a Duchanee como la máxima figura del arte tailandés. Desde entonces, se convirtió en referente tanto dentro como fuera del país, contribuyendo a crear una nueva imagen de Tailandia en el panorama artístico internacional.
Durante la visita, podréis comprobar que La Casa Negra es, en realidad, un conjunto de edificaciones. Esto os dará una idea de la magnitud del proyecto de Thawan Duchanee, quien utilizó para su obra arquitectónica un formato muy habitual en la arquitectura palaciega y religiosa, tanto de Tailandia como del resto del mundo. De hecho, en Tailandia existen maravillosos ejemplos como el Palacio Real de Bangkok o el templo Wat Phratat Doi Suthep de la vecina Chiang Mai. El concepto no nos resultará extraño a los occidentales, sobre todo si pensamos en lugares como la Alhambra de Granada o el Estado Ciudad del Vaticano, grandes complejos surgidos de la necesidad de los núcleos de poder políticos y religiosos de diversificar funciones en distintos edificios.
El contacto de Duchanee con las formas y modos de Europa durante su juventud, quizás sirva para explicar cierta sensación familiar que tendréis frente a las construcciones de la Casa Negra. A primera vista, y a pesar de que siguen el canon oriental, muchos de los edificios construidos con madera negra y con una gran inclinación en sus tejados, recuerdan levemente a una construcción vikinga o a una cabaña de caza perdida en un misterioso bosque centroeuropeo.
Por otra parte, no os va a dejar de sorprender la apabullante presencia del color negro. Os lo vais a encontrar por todas partes, tanto en la madera de las construcciones como en los objetos más diversos (mesas, sillas, pieles de animales, etc.) que aparecen aquí y allá pintados de ese color. Hay quien encuentra la explicación de este excesivo uso del negro en la búsqueda del autor de un contraste con El Templo Blanco, también en Chiang Rai. Sin embargo, parece más justificado achacar el uso del negro al gusto de Duchanee por la pintura monocroma oriental china y japonesa, en las que el negro se impone sobre el blanco como forma de expresar el sentir del artista. Desde esta perspectiva, la hiper abundancia de color negro en nuestro autor adquiere tintes expresionistas, ya que éste utilizaría el contraste del negro de los objetos materiales y el blanco del vacío sobre el que los proyecta, para expresar su peculiar forma de ver la realidad.
Un autor polifacético y controvertido
El artífice de La Casa Negra es el arquitecto, pintor y escultor Thawan Duchanee, uno de los artistas tailandeses de mayor renombre internacional. Desde su temprana infancia mostró inquietudes artísticas, lo que motivó su ingreso en la escuela de artes y oficios de su ciudad, Chiang Rai. Posteriormente, cursó estudios universitarios en la universidad de Bangkok, donde ya demostró que tenía estilo y personalidad propios. A principios de los años 60 del siglo XX y tras su licenciatura, Duchanee partió hacia Holanda con el fin de cursar estudios de Doctorado. Durante más de una década residió en Europa y entró en contacto con las corrientes artísticas postmodernas internacionales entonces en boga. Fue a lo largo de esta etapa que el artista comenzó a participar en proyectos de gran envergadura, adquiriendo fama internacional.La obra de Thawan Duchanee se caracteriza por ser controvertida. Durante los años setenta, su interpretación artística del budismo le valió numerosas críticas en Tailandia y muchas de sus obras sufrieron actos vandálicos. Fue el ministro de cultura de esa época, M.R. Kukrit Pramoj, quien se dio cuenta del enorme potencial de Duchanee y destacó su enorme capacidad para asimilar y re-interpretar el pasado histórico-artístico tailandés a través de las nuevas corrientes artísticas internacionales. El apoyo institucional y el buen hacer del artista, quien supo encarar las críticas como parte de un proceso, trajeron la calma y situaron a Duchanee como la máxima figura del arte tailandés. Desde entonces, se convirtió en referente tanto dentro como fuera del país, contribuyendo a crear una nueva imagen de Tailandia en el panorama artístico internacional.
La Casa Negra, una obra de arte total
Thawan Duchanee fue, desde sus comienzos, un artista polifacético que cultivó la escultura, la pintura y la arquitectura. La Casa Negra, conocida también como Museo Baan Dam, pone de manifiesto las distintas capacidades de nuestro autor, quien se encargó de realizar el diseño arquitectónico, la decoración interior y el mobiliario. Aquí, Duchanee nos deja, literalmente, entrar en la intimidad de su propia obra/vida, como si estuviéramos en una versión tridimensional de sus pinturas. Por ello, no podremos evitar cierta sensación de voyeurs cuando, a través de las ventanas, atisbemos el interior de algunas de las construcciones cuyo acceso nos está vedado. Sensación que se acrecienta si tenemos en cuenta que el artista residió en La Casa Negra hasta sus últimos días.Durante la visita, podréis comprobar que La Casa Negra es, en realidad, un conjunto de edificaciones. Esto os dará una idea de la magnitud del proyecto de Thawan Duchanee, quien utilizó para su obra arquitectónica un formato muy habitual en la arquitectura palaciega y religiosa, tanto de Tailandia como del resto del mundo. De hecho, en Tailandia existen maravillosos ejemplos como el Palacio Real de Bangkok o el templo Wat Phratat Doi Suthep de la vecina Chiang Mai. El concepto no nos resultará extraño a los occidentales, sobre todo si pensamos en lugares como la Alhambra de Granada o el Estado Ciudad del Vaticano, grandes complejos surgidos de la necesidad de los núcleos de poder políticos y religiosos de diversificar funciones en distintos edificios.
El contacto de Duchanee con las formas y modos de Europa durante su juventud, quizás sirva para explicar cierta sensación familiar que tendréis frente a las construcciones de la Casa Negra. A primera vista, y a pesar de que siguen el canon oriental, muchos de los edificios construidos con madera negra y con una gran inclinación en sus tejados, recuerdan levemente a una construcción vikinga o a una cabaña de caza perdida en un misterioso bosque centroeuropeo.
Por otra parte, no os va a dejar de sorprender la apabullante presencia del color negro. Os lo vais a encontrar por todas partes, tanto en la madera de las construcciones como en los objetos más diversos (mesas, sillas, pieles de animales, etc.) que aparecen aquí y allá pintados de ese color. Hay quien encuentra la explicación de este excesivo uso del negro en la búsqueda del autor de un contraste con El Templo Blanco, también en Chiang Rai. Sin embargo, parece más justificado achacar el uso del negro al gusto de Duchanee por la pintura monocroma oriental china y japonesa, en las que el negro se impone sobre el blanco como forma de expresar el sentir del artista. Desde esta perspectiva, la hiper abundancia de color negro en nuestro autor adquiere tintes expresionistas, ya que éste utilizaría el contraste del negro de los objetos materiales y el blanco del vacío sobre el que los proyecta, para expresar su peculiar forma de ver la realidad.
En nuestro deambular por el recinto, nos vamos a dar cuenta de que proliferan la pieles disecadas de diferentes animales, así como sus esqueletos o sus cráneos astados. Todo ello otorga a La Casa Negra un aura siniestra que nos puede resultar perturbadora. Hasta los propios edificios, como el templo principal, exhiben sin pudor las estructuras que los sustentan,a modo de descarnadas osamentas cubiertas por “la piel” del tejado. Antes de nada, hemos de tener en cuenta que estamos ante la obra de arte de un autor controvertido y es normal que nos sintamos incómodos, porque la finalidad de Duchanee es que reflexionemos sobre lo que estamos viendo. Además, si tenemos en cuenta la perspectiva budista del autor, podemos contemplar esta obra como una expresión de la dualidad vida/muerte. Entonces, los edificios se tornan metáforas del cuerpo y el espíritu que nos ponen sobre aviso de que la existencia terrenal es un camino de aprendizaje, en el que no debemos apegarnos a las cosas materiales. La sensación tétrica que parece inundar la Casa Negra se atenúa cuando comprendemos que estamos ante una proyección de la filosofía de vida del autor, una cosmología arquitéctonica que nos hace meditar sobre nuestra cualidad de seres finitos, sobre la esencia del universo, su orden y sus leyes.
Desde Viajes a Tailandia, esperamos haberos podido transmitir que La Casa Negra es, antes de nada, una obra de arte que admite múltiples interpretaciones. Por eso, os recomendamos que la visitéis y juzguéis por vosotros mismos, a ver qué os parece esta rara avis de la arquitectura tailandesa. Así comprobaréis si os recuerda a los templos orientales, a la arquitectura vikinga o si los edificios semejan cabañas, templos, etc. Pero, lo importante es que os dejéis llevar por la atmósfera del lugar y por la reflexión que os propone Duchanee. Y sobre todo, que disfrutéis de un destino tan fantástico como Chiang Rai, donde se pueden conocer sitios tan estimulantes como El Templo Blanco, El Templo Azul y La Casa Negra, entre muchos otros.
La Casa Negra se encuentra más o menos a 12 kilómetros al norte de Chiang Rai, por la carretera que conduce a la ciudad fronteriza de Mae Sai. El acceso cuesta 80 Bhats por persona(Unos 2 Euros la cambio) y el horario es todos los días de 9:00 a 12:00 y de 13:00 a 17:00.
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