Cinco cosas que hacer en Chiang Rai

En este post os vamos a contar algunas cosas que hacer en Chiang Rai durante vuestro viaje a Tailandia, para que podáis disfrutar plenamente de esta bonita provincia del Norte.

La provincia de Chiang Rai es la región situada más al norte de Tailandia. Su capital, que también se llama Chiang Rai, se encuentra a unos 200 km de Chiang Mai y a 800 km de Bangkok. La provincia de Chiang Rai hace frontera con Birmania y Laos y es, sobre todo, conocida porque allí se encuentra el famoso Triángulo de Oro, antiguo lugar de contrabando del opio. Sin embargo, en esta zona hay más cosas  que hacer aparte de visitar el Triángulo de Oro, lamentablemente poco conocidas, porque para moverse por esta zona es necesario contratar un transporte privado con conductor, formar parte de un circuito organizado o disponer de vehículo propio. Por todo ello, las referencias de esta zona que se dan en blogs, foros y demás, principalmente por viajeros por cuenta propia, son escasas y reflejan una realidad muy sesgada. Mientras que, por su parte, la mayoría de los circuitos organizados optan por ver cosas sin interés, dejando de lado lo más importante.

Que hacer en Chiang Rai

Aprovechando que conozco relativamente bien la zona, ya que  he ido  a Chiang Rai muchísimas veces, os voy a contar las cinco cosas que, en mi opinión, son las más interesantes para visitar:

Triángulo de Oro

Os la cuento en primer lugar, por ser la más conocida. Es importante aclarar que se conoce como el Triángulo de Oro la zona limítrofe situada entre los países de Tailandia, Laos y Birmania, donde antiguamente se comerciaba con opio. Se encuentra simbólicamente señalada con un cartel, más por un tema turístico que por otra cosa. Hace ya más de 40 años que en esta zona se cultivaba la planta del opio de manera masiva  y las mafias campaban a sus anchas, enriqueciéndose cuando el negocio de la heroína en Estados Unidos y Europa estaba en su máximo apogeo. En la parte de Tailandia, podéis visitar un pequeñito museo que sirve más como excusa para que el guía os pueda explicar más cosas sobre la zona, concretamente sobre el cultivo y procesamiento de esta planta. También existe un curioso templo en la colina y, desde el punto donde está el cartel que pone “Golden Triangle”, se divisa una bonita vista del Rio Mekong y de las fronteras de Laos como Birmania.

Una vez que estemos en el Triángulo de Oro merece  la pena, sin duda, hacer un paseo en barca por el río Mekong. Tendremos la oportunidad de atravesar de manera simbólica las aguas de Birmania y de Laos y podremos decir que, en un corto espacio de tiempo, hemos estado en tres países. Se puede optar por dos circuitos diferentes. El primero recorre el entorno del Triángulo de Oro y cruza a la zona de Laos, donde hay un pequeño pueblo que es más bien un mercadillo para turistas, pero que os permitirá decir que habéis pisado tierra de este país. El segundo consiste en descender por el río unos 3 o 4 km hasta llegar a la localidad de Chiang Sen.  En este caso, las barcas se encuentran en un embarcadero controlado por la policía, donde habréis de dejar vuestro pasaporte para recogerlo a la vuelta.

La visita al Triángulo de Oro merece la pena, porque  una vez que estemos allí es fácil imaginar cómo fue el lugar en el  pasado, cuando era tierra de nadie y los contrabandistas campaban a sus anchas. Además, la zona es muy bonita, con vistas espectaculares.

Templos de Chiang Saen

La localidad de Chiang Saen  es otro de los lugares interesantes que podéis visitar en Chiang Rai. Se encuentra a unos ocho km de distancia por carretera del Triángulo de Oro. Entre los Siglos VI y XIII, Chiang Sen era un reino independiente, pero a principios del siglo XIII se incorporó al nuevo reino Lanna, bajo el reinado de Mengrai, fundador de la ciudad de Chiang Mai. El reino Lanna ocupó una parte importante del norte  de Tailandia y  Chiang Saen se considera su primera capital. Más tarde este honor recaería sobre Chiang Rai, en espera de que finalizase la construcción de la ciudad de Chiang Mai. En cualquier caso, Chiang Sen fue una ciudad importante en la defensa del extremo norte del reino, de lo que da cuenta la abundancia de construcciones de la época. La ciudad  alberga más de treinta templos, la mayoría de ellos destruidos porque han utilizado sus ladrillos para la construcción de nuevas viviendas, muchas de ellas construidas encima de las propias ruinas de los templos. Sin embargo, algunos de ellos han llegado a nuestros días en muy buen estado, gracias a que han sido debidamente restaurados. Os dejo un artículo sobre los Templos de Chiang Saen para que podáis ampliar información.

Templo de Wat Rongkung o Templo Blanco

El Templo blanco es, sin duda, una de las vistas más interesantes que hacer en Chiang Rai y sólo por verlo merece la pena ir a esta localidad. Se encuentra a la salida de la ciudad, a unos doce kilómetros en dirección a Chiang Mai. Es una muy peculiar construcción, iniciada en 1997, obra del famoso artista tailandés Charlemchai Hositipat. El proyecto no está finalizado, sino que su construcción contiúa a día de  hoy. Su particularidad y su belleza residen no solo en su diseño, sino por estar completamente recubierto de miles de pequeños cristales que le dan un aspecto blanco y lo hacen resplandecer bajo la luz del sol. Su interior está decorado con pinturas un tanto surrealistas, que hacen referencia personajes famosos, a cómics y a películas en un tono didáctico. Abre de 6 y media de la mañana a 6 de la tarde y la entrada es gratuita.

La colina Doi Mae Salong

La colina de Doi Mae Salong es conocida por albergar un poblado chino habitado por los descendientes de los seguidores de Chang kai Chek, que tuvieron que huir desde la zona de Yunnan, en el sur de China, tras su derrota a manos de las tropas de Mao Tse Tung. Se trata de un lugar situado en un bonito entorno natural y rodeado de plantaciones de té, la principal fuente de ingresos de los habitantes de la zona. Tendremos la oportunidad de ver estas plantaciones, recorrerlas y, si queremos,  probar y comprar té. En este lugar también se puede degustar la  comida típica de Yunnan, en un buen restaurante-hotel que se llama Khum Nai Phon. Durante la subida a esta colina se puede visitar algún poblado de las tribus Akha, ya que la zona está habitada por gentes de esta tribu. Si bien, al ser una zona accesible y relativamente desarrollada, no esperéis poblados sin ningún contacto con turistas y lo normal será que os quieran vender algunas pequeñas cosas. Eso no quiere decir que no sean poblados auténticos, ya que sus habitantes son gente de lo más hospitalaria y, además,  podréis visitar sus casas. Os dejo más información sobre Doi Mae salong,  por si os interesa conocerla más a fondo.

Doi Tung

La  colina de Doi Tung y su entorno albergan una bonita vegetación, que recuerda a zonas de Europa, en la que predominan los pinos. Aquí se encuentra el Palacio de Verano de la Reina Madre, madre del rey actual, ya fallecida y muy querida por los tailandeses. Su labor fue de vital importancia, ya que, mediante proyectos reales, consiguió reconvertir toda una zona dedicada al cultivo del opio en lo que es hoy en día. Su palacio de madera estilo suizo (era una gran amante de este país) tiene unos muy bonitos jardines que se pueden visitar. En Doi Tung también se encuentra el templo de Wat Phratat Doi Tung, también en lo alto de una colina, a casi dos mil metros de altura. Fue construido en el siglo X, posteriormente restaurado en el siglo XII y en el siglo XX y tiene varias estupas de estilo Lanna. Está abierto para las visitas de 8 de la mañana a las 5 de la tarde.

Como veis, hay bastantes cosas que hacer en la zona de Chiang Rai. Por tanto, el tiempo a dedicar a la visita de la zona dependerá de lo que queráis profundizar en ella y del tiempo total que tengáis disponible para vuestro viaje. Se puede estar una noche y ver lo más importante o estar dos noches y hacer una vista más amplia y completa.

Si tenéis cualquier duda, dejad vuestro comentario y os contestaremos, y si os ha sido útil lo que habéis leído, no dejéis de compartirlo, por favor, en las redes sociales.